Crisis económica...ya en serio...


Hoy por hoy, la crisis global, alega nuestro bien alimentado secretario de hacienda, no nos afecta. He leído por días de reactivaciones, caídas, subastas de dólares, quiebras, bajas en las remesas, aumento en los precios del petróleo, que Bush dejara el barco más que hundido, que esta crisis afecta tanto a los poderosos de Wall street hasta empleados del McDonald’s, por dictar un ejemplo.

Seré honesto, yo no creía que fuera pa’ tanto como dicen, y hoy, llamando a una mini empresa de telemarketing para preguntar por un empleo de auxiliar de oficina (obvia mi desesperación gracias), la señorita (creo que se llamaba Lourdes) me atendió bien, y me explico fielmente, por qué se había cerrado la vacante, y por que habría un próximo recorte de personal.

“Mira, nosotros atendemos diversas empresas, en cosas como atención a clientes, ofrecemos, vendemos también, y teníamos un proyecto de alicientes sobre remesas, ósea que se ofrecía orientación y beneficios a aquellos trabajadores Mexicanos de EU que mandaban su dinero para acá (…)”

Total que, ese proyecto ya se desvaneció, por la baja en las remesas desde enero, y el cual alcanzo su nivel más bajo, precisamente estos días de crisis.

Esto es real, y aterrador.

Y mientras esos magnates que especulan y pierden millones, sobre los que ya tienen, se regodean con esperanzas falsas y rescates que a la larga terminan pagando los trabajadores del mundo. Me encantó este cartel.


Así como en el 29, que los poderosos caigan (de los edificios), y que dejen de exprimir al mundo a cambio de brillantes Rolex.

Espurio, hermosa palabra

Espurio.

Es una palabra que fonéticamente me agrada, insultante a madres, aplicada por un “naco”, ya saben a quien me refiero, a ese pobre indito que soñó con ser presidente, dicen muchos que se creen de derecha y en verdad solo son lamedores de ideologías que ni conocen la política como la planteaban los griegos, sino como la aplican los empresarios, los magnates y los juniorcetes que terminan de jefes delegacionales goooeeeh!, ¿alguien dijo Gabriela Cuevas?

Soy de esas personas que tienen postura políticamente incorrecta, mas no que militan en algún partido, fui engañado por las promesas de cambio en el 2000, le di mi voto a un gato con botas que solo exprimió al país para hacer florecer su rancho y vestir de Chanel a su esposa, a un sujeto que decía que iba a aplastar insectos, y resulto con que los defendió, vote contra la hegemonía que mató estudiantes hace 40 años, que hizo de los presidentes monarcas paternalistas y sucesiones obvias, el presidencialismo siniestro y benéfico para unos cuantos, terminó la era de los dinosaurios, y comenzó la de los cavernícolas que adoran cruces, usan garrotes y hacen ruedas fraudulentas…

Me encanta la política, me encanta debatir y que la gente crea que soy un “rojillo”, de ninguna forma me levantaría en armas por causa alguna, jamás he pensado que la violencia sea la solución, pero siempre he criticado al sistema, a los poderosos que mantenemos, a los que se enriquecen con nuestras llamadas de larga distancia. A los políticos que coleccionan regalos y cuyas bibliotecas son limitadas, o simplemente no tienen, a los líderes que se caen de una bicicleta.

Como sea, todos hablaran mañana de Andrés Gómez Emilsson y lo que hizo, y por qué lo hizo, le dirán malandro, gañan, naco, revoltoso, traidor. Y yo digo que fue una voz más, que esta vez si se escucho. Y muy fuerte y claro.

Fue curioso que mientras el presidente hablaba de la libertad de expresión esto saliera a relucir, y este chico fuera maniatado por el Estado Mayor Presidencial (chin, espero no me Gogleen y me cierren mi blog por escribirlo con mayúsculas), subido a una patrulla, y tratarlo como delincuente…

Si, como deberían ser tratados microbuseros que echan carreritas y atropellan gente, grulleros corruptos, asaltantes, hombres de corbata que ganan licitaciones fantasmas, y presidentes que ganan elecciones dudosas. Ya lo dije, ¿a mi también me llevan al Ministerio Publico por ofender al presidente?.

Entonces que valga la pena:

Pendejo ladrón espurio.

Y lo digo como mexicano, porque fui estudiante, porque busco empleo, porque creo en mi país, porque la educación es el verdadero poder que nos hará crecer.